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Mantra

Hay mucho misterio detrás de estos sonidos antiguos, detrás de estas palabras cuya vibración sonora penetra en cada célula de nuestro ser y hace que nuestra mente se relaje y descanse. Podríamos leer acerca de los mantras en libros y en internet, sumergirnos en toda la muchísima información que hay sobre el tema y prender sobre mantras... un tema bellísimo y super interesante, en todo sentido.


Pero es la otra cara de los mantras, aquella que no pasa por el intelecto, aquella que no puede explicarse fácilmente con palabras, la que tiene un regalo para la humanidad, independientemente de nacionalidades, circunstancias o religión.


La palabra mantra emana del sánscrito y es fruto de la suma de dos elementos: el vocablo mans, que puede definirse como "mente", y el vocablo tra, que es sinónimo de "liberación".


Podríamos simplificar diciendo que la repetición de un mantra ayuda a descargar a la mente de la obligación de tener que atender al flujo constante de pensamientos que circula a través de ella. La repetición constante del mantra va llevando a la persona hacia un estado de concentración profunda que libera a la mente de su bucle de pensamientos y preocupaciones.


Pero el gran misterio es que, además de ser una herramienta para descansar la mente, la sensación de plenitud y bienestar que genera, difícil de explicar en palabras, puede ampliarse más allá de la mente, como una ola de bienestar hacia todo tu ser. 


Muchas veces surge la pregunta ¿Qué significado tienen los mantras? ¿Porqué cantamos palabras que no comprendemos? ¿Puede algo más allá de nuestro entendimiento, producir un efecto en nosotros?


Aunque cada mantra tiene un significado concreto, me gusta imaginar que el significado del mantra es infinito. Una vibración sonora más allá de la capacidad de comprensión de nuestra mente. 


Podemos "traducir" los mantras, por supuesto. Pero antes de hacerlo, es bonito hacer la experiencia de cantarlo durante un rato largo. Lo más probable es que así descubras tú mismo el significado del mantra, en modo de sensaciones, estados, cualidades... Luego podrás poner estas sensaciones en palabras si es que aún, luego de la experiencia, lo necesitas. 


Si te entregas a la experiencia, cuando la mente no puede comprender simplemente se deja llevar, se deja transportar hacia un espacio donde la búsqueda de sentido sobra.

Y, paradójicamente, de pronto todo cobra sentido.


Cantando para escuchar el Silencio


El mantra es como una semilla. Una semilla de vibración que se planta en tu mente y mediante la repetición, como el agua que riega la semilla, da sus frutos.

De hecho, existen mantras denominados "mantra semilla" (bij mantra). Éstos son mantras cortitos, con su poder concentrado en una sílaba. Otros mantras vienen en todo su despliegue.


Cuando cantamos mantras o los escuchamos en silencio, nuestra mente se va purificando y preparando para entrar en el camino de la meditación.

Así como escuchar el llanto de quien sufre puede generar tristeza en quien escucha, o tal como nos "contagiamos" de la alegría que resuena en las risa de alguien contento... podríamos decir que el Mantra actúa de forma parecida. 


La repetición del mantra genera una respuesta en nuestra mente, más allá de las palabras o el sentimiento. 

La vibración del sonido va reestructurando los patrones de nuestros pensamientos, tranquilizando y reduciendo la agitación mental. 


Solo cuando la mente está calmada, centrada y mirando hacia dentro, puede experimentar la belleza y la grandeza de la conciencia suprema.

Esta experiencia es difícil de explicar si no la vives por ti mism@.


Cuando utilizamos el sonido como foco de nuestra atención, el canto de mantras se transforma en una "meditación cantada". Sumergid@s en la experiencia de la resonancia en grupo, del canto cíclico, de la repetición de sílabas y cantos sagrados, creamos junt@s un espacio donde ya no hay ni dentro ni fuera... solo Presente.